Cada año, la Ópera, uno de nuestros proyectos más significativos que se inició hace ya 32 años, pone en escena muchos de los preceptos pedagógicos por los que trabajamos día a día. Lo que vemos en el escenario no es solamente una obra de teatro, ni su sugerente escenografía o los magníficos vestuarios. No es tampoco un concierto. Es un gran proyecto formativo donde concurren más de 100 participantes de nuestra comunidad, entre alumnos de todos los cursos desde primero básico a cuarto medio, profesores, inspectores y funcionarios, ex alumnos y apoderados. Materializar y sostener un proyecto de esta envergadura requiere de una planificación sostenida durante un año escolar completo, donde las competencias de trabajo colaborativo, la organización, la coordinación, la tolerancia, la perseverancia, la resolución de dificultades y la creatividad a raudales deben conjugarse con las múltiples otras actividades y requerimientos de todos los participantes.
Cada año se elige una temática relevante, se trabaja el guión dramático, sea como una creación colectiva o como una adaptación creativa y comienzan a ponerse en marcha los distintos talleres que nutrirán este gran proyecto y que en conjunto dan cuerpo a ideas profundas sobre cómo y qué enseñar, que son las que animan a nuestro colegio: la creatividad como fuente primaria, el trabajo sostenido y en equipo, la capacidad de traducir los sueños y transformarlos en acciones.
Todas estas nociones y deseos que animaron a Mme. Hélène Giroux a propiciar, organizar y participar de este gran proyecto pedagógico, hacen que más que el espectáculo final, nuestra Ópera sea un lugar de encuentro y desarrollo de talentos, una experiencia de trabajo sostenido y comprometido de sus participantes, que nos permiten hacer visibles la desafiante labor de aprender y enseñar puesta en escena, a través de la cual La Girouette seguirá girando sin cesar.
Mónica Sadá Muñoz, Directora Académica